Tomado de: desdeesteladodelaisla.wordpress.com
Por Adriel Bosch Cascaret
Era mi aire y lo supe después. La tuve, fue mía y de nadie más, la amé y me amó, y aunque han pasado los años, me es difícil olvidar su cuerpo desnudo, su pelo rizo cayendo sobre la espalda, buscando las cordilleras bien definidas que se dibujaban con sencillez comestible, palpable sobre el centro de su silueta al fondo.
Tampoco se me aleja la imagen de la sonrisa amplia, las manos firmes, la mirada picara, de sus costumbres raras, de sus miedos e inseguridades, del estimulante cariño casi excesivo, de los y atenciones, de sus húmedas zonas de goce, de retozo, de placer, de sus dos mogotes frontales que podían por si solos darme fuerzas para el nuevo día.
La amé, lo supe cuando no la tuve, cuando ella ya era libre, y sobre todo cuando ya no lo era. Lo supe cuando vinieron otras y no pudieron disminuir el brillo de su recuerdo, cuando sus cuerpos cuan ofrendas no pudieron calmar mi sed de amar, solo ahí supe que ella fue la escogida y la deje ir por andar mirando los errores de uno y otro, las pocas cosas malas, normales en una relación mientras la comunicación y la voluntad de superar los escollos mantenga el equilibrio.
Ya no la tengo cerca, nos separa la distancia, el tiempo, y la vida, solo nos quedan los recuerdos, las esporádicas conversaciones en Facebook, o las aun más inusuales llamadas telefónicas.
La tengo lejos, pero sin embarco la siento tan cerca, así me lo recuerdan cada día los mismos caramelos de café que tanto intercambiamos, la esquina del parque Martí donde nos sentábamos a mirar la vida citadina desde una misma dirección, los amigos y amigas de aquellos tiempos que todavía me frecuentan, y hasta su foto y sus postales guardadas en un rincón visible del armario.
Más triste aun, es que otras que han llegado después, más que hacerme olvidarte solo te traen más visible a mi mente, me recuerdan tus detalles, tus manías, tus pasiones.
Espero que pases, ya es hora de que alguien más ocupe el lado dedicado a la mujer amante, amiga, compañera, en mi corazón, pido que llegue, y aunque dicen que en las cosas del amor se debe andar sin apuros, espero no tarde, porque este puñal que me presiona el corazón duele demasiado, y así se hace tortuoso el camino a la felicidad y el amor.
Canción: Era mi aire
Canta: Buena Fe
Hubiera sido hermoso que lo dijeran
las hojas sobre la acera,
el viento tras las banderas,
la puesta de sol.
Mas la verdad no me dijeron nada
decenas de baladas
por radio y televisión.
Tampoco me hablaron
la letra del año,
tu pelo castaño,
aquel tarot.
No hubo un indicio
de algún maleficio
sacando de quicio, a mi razón
(1)Me enteré por otro cuerpo que tu amor, ya era mi aire
porque cada movimiento fue un error, quieta la sangre,
y extrañé cada centímetro de ti
y todo cuanto di buscaba en vano solo hallarte.
Y me enteré por otro cuerpo de tu amor, y mi egoísmo
me quemaba imaginar o suponer, a ti en lo mismo,
por miedo, por respeto, por cariño o por los tres
se que nunca te diré que desde otro beso fui a buscarte.
Yo fui a buscarte. (2)
Y ahora me lo gritan con voz severa
las hojas sobre la acera
el viento tras las banderas
la puesta de sol.
Me apuntan como si flechas, y yo diana,
decenas de baladas
por radio y televisión
Lo anuncian con daños
la letra del año,
tu pelo castaño,
cualquier tarot.
Y todo conspira
para que tu vida
me quede a medida
en cada rincón
(1) – (2)